Por Nadia Quiroga

La gacetilla de prensa del gobierno bonaerense tras la reunión del martes 5 en La Plata fue contundente: "el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, recibió esta tarde en la Casa de Gobierno a los intendentes de partidos vecinalistas y de Consenso Federal". 

La reunión, que lo tuvo a Cecilio Salazar entre los presentes, no fue una más de las que viene teniendo sostenidamente Kicillof con los distintos jefes comunales provinciales en el marco de la pandemia y de las necesidades de asistencia de los municipios. Fue la confirmación de la pérdida de dos intendentes de Juntos por el Cambio: el propio Salazar y Arturo Rojas, de Necochea, ambos del Partido Fe. 

Los rumores sobre la continuidad o no del espacio que lideraba el ya fallecido Gerónimo "Momo" Venegas dentro de la alianza Juntos por el Cambio no son nuevos. La falta de participación de los dirigentes y representantes del Partido Fe en las listas de candidatos a legisladores fue una de las primeras rupturas. 

Pocos días antes de la asunción del Gobierno de Alberto Fernández, Pablo Ansaloni, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, comunicó su decisión de abandonar el interbloque de Juntos por el Cambio, en lo que fue la primera señal de ruptura. Ahora, el pase de Salazar y Rojas es entendido por la alianza cambiemita como una derrota. 

El Intendente sampedrino evitó dar detalles ante la consulta de Visión Regional, aunque las críticas esbozadas al gobierno de María Eugenia Vidal semanas atrás y los elogios al diálogo fluido que abrió el Gobierno de Kicillof, principalmente a través de la Ministra de Gobierno Teresa García, mostraban un acercamiento, regado además desde la administración provincial con fondos adicionales e imprescindibles para equipar el sistema sanitario local y pagar los sueldos municipales, ni más ni menos. 

Salazar fue beneficiado no solamente por un aumento de la coparticipación, sino que además recibió esta última semana poco más de 43 millones de pesos, a devolver en principio en cinco meses, aunque un proyecto que el Gobernador enviará a la Legislatura podría extender el plazo a 18 meses. Esto se suma a los siete millones recibidos anteriormente del mismo fondo, pero a partir de CUD. 

El necochense, en tanto, fue contundente en declaraciones al medio Letra P: "Nuestro origen es el Partido Fe, provenimos del peronismo. En el marco del acuerdo pudimos competir dentro de Cambiemos y ganar la interna. Pero el Partido Fe dejó de estar en Cambiemos el año pasado por decisión de Ansaloni, que es quien define la política partidaria de Fe". 

Los jefes comunales vecinalistas se completan con el excomisario y actual intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos; Juan Miguel Nosetti, de Salliqueló; Carlos Sánchez, de Tres Arroyos; y Carlos Bevilacqua, de Villarino.

¿Qué pasará en San Pedro?

Con la salida confirmada de Salazar de la alianza Juntos por el Cambio, se rompe la tríada Partido Fe - UCR - PRO, y hasta el bloque mayoritario del Concejo Deliberante se pone en duda. Sin embargo, desde todos los espacios coinciden en que "es todo muy reciente" y que "esto no es prioritario en este contexto de pandemia".

Desde el PRO, ante las consultas de Visión Regional, aseguraron entender la necesidad del Intendente Salazar de "tener buenos vínculos con el Gobernador, pero el PRO está dentro de Juntos por el Cambio". Sin embargo insisten: "hay que esperar que esto decante un poco". 

En la UCR local, en tanto, aseguran no tener "ninguna información": "esperaremos para dónde van los acontecimientos antes de tomar una postura". Sin embargo, aclaran: "el radicalismo tiene una tradición de organicidad y vamos a estar en el espacio donde esté nuestro partido". 

Algo está claro: unos y otros esperarán por la resolución de Salazar por lo que, por el momento, todo está en veremos. El bloque oficialista está compuesto por 12 ediles, lo que le da al Ejecutivo el respaldo de la mayoría automática en el Concejo Deliberante.

Iván Paz, Presidente del bloque de Juntos por el Cambio en el Concejo, y uno de los hombres de Salazar, aseguró que "por ahora no hay ninguna discusión interna" aunque reconoció que la misma será necesaria, cuando el contexto lo permita.

Si el espacio se rompe, el radicalismo quedaría en un bloque de tres, en principio, con Martín Pando, Alejandro Donatti y Elisa Ferraro. El PRO podría cerrarse en Juan Pablo Ruozi (que es quien detentaría el sello además del espacio); Damián Lafalce, de la línea Patricia Bullrich; Gerardo Pelletier, Ana Tiramonti y Natalia Claverini, que llegaron por el rosismo. En el Partido Fe quedarían la presidenta del cuerpo, Mónica Otero; Iván Paz; y Patricia Rocca. Silvina Ibern, que es de origen radical pero que ingresó de la mano de Salazar, completaría el grupo.