Juan Andrades vive a metros de la estación del ferrocarril, desde hace más de 45 años, de los cuales 30 trabajó en la terminal ferroviaria. Era empleado del kiosco. "Siento mucha emoción, una emoción grandísima. Yo atendí este kiosco", señaló Juan mientras esperaba el paso del tren que partió a las 16.07 desde Retiro (ver imagen).

"Imaginate lo que significa esto para nosotros, son muchos recuerdos", dijo Juan buscando complicidad con su amigo "Tato", junto a quien esperaba el paso del ferrocarril, y agregó: "Ví pasar mucha gente por este lugar, esto genera mucha emoción; pensar que va a pasar nuevamente el tren".

Entre una de las anécdotas, recordó el día en el que vio, segundo a segundo, secuencia tras secuencia, desde su cabina de kiosquero, cómo fue descarrilando la formación del ferrocarril Estrella de Norte frente a la estación de San Pedro.

"Es una alegría muy grande", dijo Juana y recordó: "Nosotros de chicos viajábamos tanto en tren; a Rosario, a Buenos Aires, y ahora van a poder viajar mis nietos. A mi me encantaba porque íbamos viendo el campo, es hermoso viajar en tren. Todos los meses viajábamos a Buenos Aires, al médico, viajes de placer, para lo que fuera. Era verdaderamente muy lindo". "Mis nietos estudian en Rosario y Casilda, asique los vamos a llevar a dar un paseíto", bromeó.

"Hasta que sacaron el tren, debo haber viajado dos veces en micro a Buenos Aires, siempre en tren. El tren es insuperáble. No debe haber nada mejor que el tren en este país", contó Domingo, parado a 30 centímetros de los rieles, quizá para no perder el lugar de privilegio al observar el paso del nuevo tren.

Beatríz Iglesias, en cambio, no pudo contener su emoción. Entre lágrimas, contó: "Yo de chica siempre viajaba con mi mamá. Esto me trae muchos recuerdos".