Opinión: El Asalto
* Por Omar Marsili, Escritor sampedrino, autor de “"El paraíso sobre tus zapatos", El Maratonista” y “La deuda, el príncipe y los panurgos”.
Asaltaron la casa de mi hermana, y sin pudores, se llevaron el televisor, la garrafa, un monedero, y por supuesto, revolvieron la ropa en busca de un tesoro escondido por una jubilada, la típica escena de un necesitado que le quita a un jubilado lo que le sobra poco o le falta bastante. Lo cierto es que el robo implicó una perdida de un puñado de pesos.
Entonces, escucho maldiciones desmedidas, pero en cambio, no escucho la misma bronca por los tarifazos de Macri, la plata escondida en Bahamas, Andorra, Panamá o países del primer mundo, que el presidente ocultó y fue la burla del mundo; o el famoso cambio de fórmula que achicó las jubilaciones, o las continuas devaluaciones para llevar los sueldos, jubilaciones y pensiones al el nivel más bajo de los últimos 15 años.
¿Por qué esa doble vara de castigar al miserable y avalar la conducta de una banda de soberbios y herederos de la clase social mas tétrica de la historia nacional?, socios o herederos de la dictadura, de Roca, de Martínez de Hoz, de Cavallo, momentos en los que empleados, jubilados y pensionados perdimos parte de los ingresos, y miles, hasta el empleo.
Yo, y ciento diez mil, dejamos de ser bancarios, noventa mil ferroviarios en la calle. No escuché la misma indignación por la deuda a cien años o el préstamo fuga con el fondo monetario.