Natalia Duarte, de 43 años, fue hallada asesinada a balazos en el baño de su domicilio en Ayacucho 1225, el 1° de febrero de 2018. El asesino, su expareja, Walter Brizuela, fue encontrado sin vida en la puerta del mismo cuarto: como sucede con muchos femicidas tras matar, se suicidó. 

La noticia sacudió San Pedro: es que Natalia Duarte, enfermera que trabajó durante muchos años en el Hospital,  el Centro de Salud Las Canaletas y Vuelta de Obligado, era muy querida entre colegas, compañeros/as y amigos/as. En medio de la conmoción, las miradas y las críticas se dirigieron hacia el Estado.

Es que Natalia, que fue asesinada de 7 disparos en la espalda, había denunciado días antes a su expareja, por amenazas. La denuncia fue radicada en la Comisaría de la Mujer y la causa recayó en la Fiscalía 11. No hubo avances del Estado en ninguna de sus facetas: ni la Comisaría, ni el Juzgado de Paz, ni la Fiscalía de la doctora Viviana Ramos actuaron a tiempo.

Tras el femicidio, unos y otros se quitaron responsabilidades por la denuncia que quedó "perdida" en los vericuetos del sistema burocrático.

Natalia Duarte es protagonista, junto a Florencia Cresta, Mariela Figueroa y María Esperanza Fernández, del capítulo más oscuro de la violencia machista y sus consecuencias, en nuestra ciudad.